Sin otro particular, el día de hoy se puede decir que es un día más. Es el día de San Valentín, día en el que el comercio, la tele, la radio, etc., nos recuerda que tenemos que ser buenas personas y comprar cosas a aquellas personas que nos son apreciadas, y mientras más caro el regalo, mejor. Nunca me gustó este juego, y trato de en estas fechas escribir a aquellas personas "importantes" lo que siento, aunque se los diga cada vez que las veo.
Nótese que importante vive entre comillas, porque ahora pienso quienes realmente son importantes. Como escribí antes, muchas personas se han apartado de mi vida sin razón aparente, porque simplemente no me buscan como yo solía hacerlo. No lo hice de mala voluntad, sólo quería saber cuántas personas me necesitaban como yo creí que las necesitaba. Y eran muchos menos de lo que yo pensaba, y, lo más extraño, eran las que yo no menos esperaba.
Entonces, este año no haré nada de eso. Simplemente seguiré este día como otro cualquiera. No le dedicaré tiempo a escribir a nadie que no lo merezca, y quienes lo merecen les importa un soberano rábano si lo hago o no, porque les digo lo especiales que me son sin importar el día. Nada más que un día. Otro día. Otro día.