Como hace rato no pasaba acá, no quiero dar el típico discurso de hombre arrepentido, de que no lo dejaré, que escribire seguido, que muchas cosas. Ya no vale la pena y simplemente no veo ahora razón de ello.
Como hace rato no escribía, hay cosas que han pasado que no relataré, pero se sabe que todas me han transformado, que me siento más viejo y apesadumbrado. Episodios negros han cubierto con su manto mi espalda, trayendo sombras y vacíos lugares que ansían juegos y risas. Siempre hay seres que están iluminando y tratando de purgar lo malo, pero los siento cada vez más lejanos y débiles, distantes.
Fue cuando la soledad volvió a ser mi compañera, esa que siempre espera mi regreso a casa con una dulce y lánguida sonrisa. Y siento que merezco el gesto, y le correspondo, y nos abrazamos largo rato sin decir mucho. Ya no hace falta. Sabemos que estaremos juntos en viajes y aventuras lejos, en mundos extraños.
Puede parecer un autor sombrío y triste. En parte lo soy (y siempre lo he sido), pero esta soledad me ha llevado a descubrir cosas propias que puedo disfrutar, ahora, por mis medios. La curiosidad infantil, el tiempo invertido en ocupaciones que solo a mi me llenan, no puede comprarse. No puede sino disfrutarse y apoderarse de el. Al fin me preocupo de mi y mi bienestar.
Y, con todo esto, en este tiempo he visto cambios. Me gustaría definir si es positivo o no, pero es evidente y sustancial. No se niega, pero se cuestiona su naturaleza.
¿y quién es este?
La intención de este blog no es otra que ninguna. Sólo para descargar la conciencia cuando se requiera, que es casi siempre.
miércoles, 3 de diciembre de 2014
lunes, 18 de noviembre de 2013
Me importa un carajo
Es en estos momentos donde me pregunto para qué comencé esto, si hace tanto que no escribía. de verdad que me gustaría poder hacer esto más constante, pero he comenzado a entrar en una forma de vida muy demandante. Tanto que mi cuerpo ya me reclama por ello, y me lo hace saber de una forma dolorosa y hostigante. Hace mucho que no enfermaba.
Creo que he asumido responsabilidades que antes si tenía y he tenido que recuperar. El comenzar a retomar todo también es una carga, un volver a llenar la mochila con cosas que creímos innecesarias pero que son importantes ahora. Y además esto. Sentir que quiero decir cosas, pero no sé como hacerlo de nuevo. Ese atorarse de sensaciones y pensamientos extraños y poderosos, mientras apenas puedo respirar y me estrangula algo dentro. Definitivamente necesito esto.
A esta alturas creo que me he desprendido del sentimiento de soledad, y lo he reemplazado alegremente por la indiferencia. Si, indiferencia. Ese "me importa un carajo" tan hermoso y útil. Tan simple y significativo. Relativista a veces, pero muy certero. Básicamente, no me interesa mi relación personal con otros, y puedo estar bien ya conmigo mismo. Aunque la compañía nunca viene mal, el no tenerla no me pesa como lo hacía antes.
Y no solo es una apatía con ello. Me he dado cuenta que se ha dado en varios aspectos de mi vida. Sin ir más lejos, los resultados de las elecciones el día de ayer en mi hermoso país, en otros tiempos, me habrían cabreado a niveles furibundos. Pero no. Me importa un carajo.
Pero no crea, querido y extraño lector, que me importa un carajo todo. Me considero una persona agradecida, y creo que ha sido siempre así. Incluso de aquellas cosas "negativas" de mi vida. Porque somos la suma de todas las experiencias y acciones, y debo poder apreciar la belleza de esas cosas, incluso las más tristes.
Espero que pueda darme el ánimo de seguir escribiendo aquí. Pero me importa un carajo quien lo lea. Lo haré por el placer de escribir, esperando mejorar en este hermoso arte, e importándome un carajo el resto.
Creo que he asumido responsabilidades que antes si tenía y he tenido que recuperar. El comenzar a retomar todo también es una carga, un volver a llenar la mochila con cosas que creímos innecesarias pero que son importantes ahora. Y además esto. Sentir que quiero decir cosas, pero no sé como hacerlo de nuevo. Ese atorarse de sensaciones y pensamientos extraños y poderosos, mientras apenas puedo respirar y me estrangula algo dentro. Definitivamente necesito esto.
A esta alturas creo que me he desprendido del sentimiento de soledad, y lo he reemplazado alegremente por la indiferencia. Si, indiferencia. Ese "me importa un carajo" tan hermoso y útil. Tan simple y significativo. Relativista a veces, pero muy certero. Básicamente, no me interesa mi relación personal con otros, y puedo estar bien ya conmigo mismo. Aunque la compañía nunca viene mal, el no tenerla no me pesa como lo hacía antes.
Y no solo es una apatía con ello. Me he dado cuenta que se ha dado en varios aspectos de mi vida. Sin ir más lejos, los resultados de las elecciones el día de ayer en mi hermoso país, en otros tiempos, me habrían cabreado a niveles furibundos. Pero no. Me importa un carajo.
Pero no crea, querido y extraño lector, que me importa un carajo todo. Me considero una persona agradecida, y creo que ha sido siempre así. Incluso de aquellas cosas "negativas" de mi vida. Porque somos la suma de todas las experiencias y acciones, y debo poder apreciar la belleza de esas cosas, incluso las más tristes.
Espero que pueda darme el ánimo de seguir escribiendo aquí. Pero me importa un carajo quien lo lea. Lo haré por el placer de escribir, esperando mejorar en este hermoso arte, e importándome un carajo el resto.
lunes, 22 de julio de 2013
Enamórate de una mujer de verdad
No puedo pedirte que te enamores de una mujer que lee, porque ya alguien lo hizo por mí.
Sin embargo, puedo pedirte que te enamores de una mujer de verdad. Enamórate de una mujer que busque “figuritas” en las nubes. Enamórate de una mujer que sea lo suficientemente valiente para decir que tiene miedo pero que siempre ejecute a pesar de él. Enamórate de una mujer que no mate hormiguitas sólo porque puede, enamórate de la que agarra la hormiguita en la uña y la devuelve a su filita. Eso significa que es buena y capaz de apiadarse de los que no tienen las mismas herramientas que ella.
Enamórate de una mujer que no disimule ni esconda lo inteligente que es. Las que se hacen pasar por brutas son mucho más peligrosas que las que asumen con orgullo lo inteligentes que son. Además, ¿por qué quisieras estar con una mujer que se subestima para cazar un tipo? Enamórate de una mujer que sea abrazable, adorable, querible y cogible. Todas son importantes. Enamórate de una mujer que no se maquille mucho. Son honestas y seguras. Las que se maquillan mucho envejecen más rápido. Enamórate de una mujer que sea Team Mafalda y no Team Barbie.
Enamórate de una mujer que le guste comer. La vida es más divertida comiendo pizza que lechuga. Enamórate de una mujer que le guste la música. No importa que no sea la misma que te guste a ti. La música puede unirlos cuando se distancien, curarlos cuando se enfermen y salvarlos cuando se pierdan. Enamórate de una mujer que sepa cocinar, que le guste lavar platos o que tenga real como para comprar un lavaplatos. Trust me on this one.
Enamórate de una mujer que esté más preocupada por los ceros en sus cheques que en los tuyos. Enamórate de una mujer que te quiera porque la haces reír y no porque le compras cosas. Enamórate de una mujer que respire profundo para calmarse cuando te ve. Enamórate de una mujer que no pueda esconder nada. Enamórate de los ojos que la delaten y que te digan lo que necesitas saber. Enamórate de ella porque le brillan los ojos cuando te ve. Eso significa que está enamorada de ti.
Enamórate de una mujer que hable bastante, para que tú no tengas que hacerlo. La parte fácil es tuya: asiente y sonríe como si tuvieras idea de lo que está hablando. Enamórate de una mujer que te escuche con atención. Enamórate de una mujer que te pueda hacer sentir culpable y genuinamente arrepentido de vez en cuando. Que tenga ese poder sobre ti es el mejor antídoto contra la arrogancia y el orgullo. Enamórate de una mujer que no sepa planchar, para que no pierdan ni un solo momento juntos. Enamórate de una mujer que sepa escribir “noticas” de amor. Las “noticas” reviven las mariposas y hasta pueden mandar un bombazo de sangre al…corazón.
Enamórate de una mujer que le guste bailar. Recuerda que bailar es la expresión vertical de un deseo horizontal. Enamórate de una mujer que piense en otras cosas, que haga otras cosas y que piense en otras personas diferentes a ti. Enamórate de una mujer con hobbies, con intereses, con pasiones. Que no seas sólo tú, para que no te asfixie. Enamórate de una mujer que sepa que el amor tiene que ser libre. El amor obligatorio sólo le hace daño a los involucrados.
Enamórate de una mujer que ame y deje amar. Que sea y deje ser. Enamórate de mí o de alguien como yo, para que no me duela tanto.
Sin embargo, puedo pedirte que te enamores de una mujer de verdad. Enamórate de una mujer que busque “figuritas” en las nubes. Enamórate de una mujer que sea lo suficientemente valiente para decir que tiene miedo pero que siempre ejecute a pesar de él. Enamórate de una mujer que no mate hormiguitas sólo porque puede, enamórate de la que agarra la hormiguita en la uña y la devuelve a su filita. Eso significa que es buena y capaz de apiadarse de los que no tienen las mismas herramientas que ella.
Enamórate de una mujer que no disimule ni esconda lo inteligente que es. Las que se hacen pasar por brutas son mucho más peligrosas que las que asumen con orgullo lo inteligentes que son. Además, ¿por qué quisieras estar con una mujer que se subestima para cazar un tipo? Enamórate de una mujer que sea abrazable, adorable, querible y cogible. Todas son importantes. Enamórate de una mujer que no se maquille mucho. Son honestas y seguras. Las que se maquillan mucho envejecen más rápido. Enamórate de una mujer que sea Team Mafalda y no Team Barbie.
Enamórate de una mujer que le guste comer. La vida es más divertida comiendo pizza que lechuga. Enamórate de una mujer que le guste la música. No importa que no sea la misma que te guste a ti. La música puede unirlos cuando se distancien, curarlos cuando se enfermen y salvarlos cuando se pierdan. Enamórate de una mujer que sepa cocinar, que le guste lavar platos o que tenga real como para comprar un lavaplatos. Trust me on this one.
Enamórate de una mujer que esté más preocupada por los ceros en sus cheques que en los tuyos. Enamórate de una mujer que te quiera porque la haces reír y no porque le compras cosas. Enamórate de una mujer que respire profundo para calmarse cuando te ve. Enamórate de una mujer que no pueda esconder nada. Enamórate de los ojos que la delaten y que te digan lo que necesitas saber. Enamórate de ella porque le brillan los ojos cuando te ve. Eso significa que está enamorada de ti.
Enamórate de una mujer que hable bastante, para que tú no tengas que hacerlo. La parte fácil es tuya: asiente y sonríe como si tuvieras idea de lo que está hablando. Enamórate de una mujer que te escuche con atención. Enamórate de una mujer que te pueda hacer sentir culpable y genuinamente arrepentido de vez en cuando. Que tenga ese poder sobre ti es el mejor antídoto contra la arrogancia y el orgullo. Enamórate de una mujer que no sepa planchar, para que no pierdan ni un solo momento juntos. Enamórate de una mujer que sepa escribir “noticas” de amor. Las “noticas” reviven las mariposas y hasta pueden mandar un bombazo de sangre al…corazón.
Enamórate de una mujer que le guste bailar. Recuerda que bailar es la expresión vertical de un deseo horizontal. Enamórate de una mujer que piense en otras cosas, que haga otras cosas y que piense en otras personas diferentes a ti. Enamórate de una mujer con hobbies, con intereses, con pasiones. Que no seas sólo tú, para que no te asfixie. Enamórate de una mujer que sepa que el amor tiene que ser libre. El amor obligatorio sólo le hace daño a los involucrados.
(Fuente: un tipo serio)
jueves, 17 de enero de 2013
Me consumes
Me fatigas
Me desarmas
Me aniquilas
Me matas
Me encantas
Te deseo
Un deseo
Mi deseo
Deseando té
Té en la mañana
Té al mediodía
Léeme. Embriagamé. Destrozamé.
Quiéreme, suicida, loco.
Maniático, perverso.
Quítame el frío.
Agítame.
Lléname la noche, lléname la vida.
Mi vida.
Robado por ahí.
Me fatigas
Me desarmas
Me aniquilas
Me matas
Me encantas
Te deseo
Un deseo
Mi deseo
Deseando té
Té en la mañana
Té al mediodía
Léeme. Embriagamé. Destrozamé.
Quiéreme, suicida, loco.
Maniático, perverso.
Quítame el frío.
Agítame.
Lléname la noche, lléname la vida.
Mi vida.
Robado por ahí.
miércoles, 5 de diciembre de 2012
novedades y otras hierbas
Hacia tiempo que no escribía por estos lados, pero no he perdido la costumbre. Estoy usando un cuadernillo, que llegó a mis manos gratuitamente, para cumplir la función de este blog. Aunque no me gustaría que esto se perdiese, para poder visitarlo, y ver cuánto he aprendido, y cómo era otrora tiempo atrás.
Varias cosas en mi vida han cambiado: mucha gente se va, poca queda, y otro tanto que llega. Ese sentimiento de soledad que ha sido, y al parecer será, mi eterna compañera. La angustia ya poco me visita, apenas manda flores, como para saber que no se ha olvidado de mi a pesar que está lejos. Varias experiencias que pasaron de ser académicas a espirituales, de conocimiento a vida. Y pequeñas personitas que ocupan grandes espacios en mi corazón, y que trajeron desde muy lejos una ternura y alegría que extrañaba, y al final se apoderaron de mi alma.
Tengo pretensiones de retomar este espacio como nido de desahogos y muerte de ideas que pululan por ahí. Pero ni loco transcribo lo de mi cuadernillo, estaría un buen tiempo escribiendo. Se siente bien golpear las teclas, ya se sentía nostálgico deslizar la punta de la pluma en la fina aspereza del papel.
Y volveré, volveré.
Varias cosas en mi vida han cambiado: mucha gente se va, poca queda, y otro tanto que llega. Ese sentimiento de soledad que ha sido, y al parecer será, mi eterna compañera. La angustia ya poco me visita, apenas manda flores, como para saber que no se ha olvidado de mi a pesar que está lejos. Varias experiencias que pasaron de ser académicas a espirituales, de conocimiento a vida. Y pequeñas personitas que ocupan grandes espacios en mi corazón, y que trajeron desde muy lejos una ternura y alegría que extrañaba, y al final se apoderaron de mi alma.
Tengo pretensiones de retomar este espacio como nido de desahogos y muerte de ideas que pululan por ahí. Pero ni loco transcribo lo de mi cuadernillo, estaría un buen tiempo escribiendo. Se siente bien golpear las teclas, ya se sentía nostálgico deslizar la punta de la pluma en la fina aspereza del papel.
Y volveré, volveré.
lunes, 3 de septiembre de 2012
domingo, 2 de septiembre de 2012
Amigos
Creo que toda mi vida he estado solo. No se trata de estar sin amigos, sin nadie. Pero, la verdad, nunca he sentido que haya alguien cuya existencia sea profundamente determinante en mi vida. Aunque esté rodeado de gente, siempre me siento solo, aunque a veces nada más no lo recuerde.
Esto mismo me llevó a pensar que, en realidad, nunca he estado solo, y que nadie está solo en ningún instante de su vida. Siempre nos acompañan nuestros mas leales y reales amigos: la oscuridad. Aunque tratemos de llevar nuestra vida en la bondad y la compasión, siempre existe esa cuota de maldad. Básicamente, nos alimenta el odio, comemos hipocresía, cagamos mentiras, respiramos miedo. Son esos nuestros amigos de siempre, los que no nos abandonan, y hasta nos persiguen para saber cómo estamos y si acaso necesitamos su ayuda.
Es por esto que morimos, porque la muerte es el último suspiro del miedo, porque nos libera de esa oscuridad en nuestra vida. Espero que esto no se tome como un manifiesto suicida o algo así; se trata de la reflexión de alguien que ha entendido varias cosas en muy poco tiempo.
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