Hacia tiempo que no escribía por estos lados, pero no he perdido la costumbre. Estoy usando un cuadernillo, que llegó a mis manos gratuitamente, para cumplir la función de este blog. Aunque no me gustaría que esto se perdiese, para poder visitarlo, y ver cuánto he aprendido, y cómo era otrora tiempo atrás.
Varias cosas en mi vida han cambiado: mucha gente se va, poca queda, y otro tanto que llega. Ese sentimiento de soledad que ha sido, y al parecer será, mi eterna compañera. La angustia ya poco me visita, apenas manda flores, como para saber que no se ha olvidado de mi a pesar que está lejos. Varias experiencias que pasaron de ser académicas a espirituales, de conocimiento a vida. Y pequeñas personitas que ocupan grandes espacios en mi corazón, y que trajeron desde muy lejos una ternura y alegría que extrañaba, y al final se apoderaron de mi alma.
Tengo pretensiones de retomar este espacio como nido de desahogos y muerte de ideas que pululan por ahí. Pero ni loco transcribo lo de mi cuadernillo, estaría un buen tiempo escribiendo. Se siente bien golpear las teclas, ya se sentía nostálgico deslizar la punta de la pluma en la fina aspereza del papel.
Y volveré, volveré.
La intención de este blog no es otra que ninguna. Sólo para descargar la conciencia cuando se requiera, que es casi siempre.
miércoles, 5 de diciembre de 2012
lunes, 3 de septiembre de 2012
domingo, 2 de septiembre de 2012
Amigos
Creo que toda mi vida he estado solo. No se trata de estar sin amigos, sin nadie. Pero, la verdad, nunca he sentido que haya alguien cuya existencia sea profundamente determinante en mi vida. Aunque esté rodeado de gente, siempre me siento solo, aunque a veces nada más no lo recuerde.
Esto mismo me llevó a pensar que, en realidad, nunca he estado solo, y que nadie está solo en ningún instante de su vida. Siempre nos acompañan nuestros mas leales y reales amigos: la oscuridad. Aunque tratemos de llevar nuestra vida en la bondad y la compasión, siempre existe esa cuota de maldad. Básicamente, nos alimenta el odio, comemos hipocresía, cagamos mentiras, respiramos miedo. Son esos nuestros amigos de siempre, los que no nos abandonan, y hasta nos persiguen para saber cómo estamos y si acaso necesitamos su ayuda.
Es por esto que morimos, porque la muerte es el último suspiro del miedo, porque nos libera de esa oscuridad en nuestra vida. Espero que esto no se tome como un manifiesto suicida o algo así; se trata de la reflexión de alguien que ha entendido varias cosas en muy poco tiempo.
domingo, 5 de agosto de 2012
Gracias, gracias, gracias, ...
Desde hace largo mi vida transcurría casi sin novedades, algunos pocos éxitos laborales (ahora laborales, me siento grande), otros académicos, y siempre seres místicos que aparecieron repentinamente en mi vida para venir a llenar espacios antes vacíos. Creo que por eso me había ausentado de estos lugares: no sentía la necesidad de desahogo, de expulsar basura, como antes lo sentía.
Hace pocos días hice el ejercicio de mirar las entradas anteriores, para ver qué escribía, en qué pensaba. Es increíble lo mucho que una persona puede cambiar en tan poco tiempo. Supongo que uno de los objetivos que tenía con este blog era, justamente, ver ese cambio. El punto es que esperaba verlo en el transcurso de años, no meses. Pero debo imaginarme que es bueno. Quiero pensar que esos cambios han sido para mejor, y deseo que, si es así, siga cambiando.
Pero, al hacer una evaluación un poco más exhaustiva, lo interesante es que, con este cambio personal, también se le corresponde un cambio social. El ambiente, las personas, que siempre me rodean y en los que me veo inmerso, también cambiaron. Se van personas. Llegan personas. Cambian personas.
Hace rato que no sentía el impacto de las teclas. Es extraño, pero llega a ser emocionante, es increíble la sensación de liberación que se produce. Definitivamente debo hacerlo una constante en mi vida.
No sé si éste volver a golpetear letras se debe a una inquietud superior, casi una necesidad (descubierta otra vez), pero definitivamente influyó la sutil sugerencia de aquel pequeño duende de escribir nuevamente, de escribir a aquellas personas que en su momento fueron importantes, y que lo siguen siendo; de expresarme otra vez. En realidad, creo que sí tiene la culpa el duendecito. Creo que solo puedo decirle una cosa a esa tierna pequeñez: gracias, gracias, gracias, ...
Hace pocos días hice el ejercicio de mirar las entradas anteriores, para ver qué escribía, en qué pensaba. Es increíble lo mucho que una persona puede cambiar en tan poco tiempo. Supongo que uno de los objetivos que tenía con este blog era, justamente, ver ese cambio. El punto es que esperaba verlo en el transcurso de años, no meses. Pero debo imaginarme que es bueno. Quiero pensar que esos cambios han sido para mejor, y deseo que, si es así, siga cambiando.
Pero, al hacer una evaluación un poco más exhaustiva, lo interesante es que, con este cambio personal, también se le corresponde un cambio social. El ambiente, las personas, que siempre me rodean y en los que me veo inmerso, también cambiaron. Se van personas. Llegan personas. Cambian personas.
Hace rato que no sentía el impacto de las teclas. Es extraño, pero llega a ser emocionante, es increíble la sensación de liberación que se produce. Definitivamente debo hacerlo una constante en mi vida.
No sé si éste volver a golpetear letras se debe a una inquietud superior, casi una necesidad (descubierta otra vez), pero definitivamente influyó la sutil sugerencia de aquel pequeño duende de escribir nuevamente, de escribir a aquellas personas que en su momento fueron importantes, y que lo siguen siendo; de expresarme otra vez. En realidad, creo que sí tiene la culpa el duendecito. Creo que solo puedo decirle una cosa a esa tierna pequeñez: gracias, gracias, gracias, ...
viernes, 18 de mayo de 2012
Estamos hechos para volar
Hacía bastante que quería escribir, desahogarme y vomitar. No sé si es por los días transcurridos o por los acontecimientos recientes en mi vida, pero son cosas que debo decir a alguien, o a algo. Se me han abierto nuevamente os ojos, para ver desde otra perspectiva las mismas cosas que antes eran inamovibles.
Fue hace pocos días mi cumpleaños, y no pensaba celebrarlo a lo grande. Decidí escribirle a unos amigos para compartir un par de cervezas y conversar. Cuento corto: no llegó nadie, o al menos nadie de los que yo había invitado. Por el contrario, las personas que estuvieron más preocupadas de ello fueron quienes menos esperaba, y con gestos que en mi vida había visto. Tardé varios días en asimilar las cosas, para darme cuenta que, aparentemente, he cambiado mucho en muy poco tiempo, lo que sumado al cambio de otras personas llevó al distanciamiento. Creo que no he cambiado para mal, pero fue triste ver que esas personas que yo quiero (creo) que estén en mi vida no se hagan presente, y sólo hablan conmigo cuando necesitan algo.
Ahora pienso que esto no debería afectarme mayormente. Las personas son transitorias en la vida. Pasan. Y todas dejan su marca, su huella, su impronta personal en cada uno, para luego seguir camino. Conocer a muchos es perder a muchos. Por eso debemos luchar por mantener el amor como una constante en nuestra existencia, no las personas, porque los seres humanos estamos hechos para volar acompañados, pero no siempre con los mismos compañeros.
Fue hace pocos días mi cumpleaños, y no pensaba celebrarlo a lo grande. Decidí escribirle a unos amigos para compartir un par de cervezas y conversar. Cuento corto: no llegó nadie, o al menos nadie de los que yo había invitado. Por el contrario, las personas que estuvieron más preocupadas de ello fueron quienes menos esperaba, y con gestos que en mi vida había visto. Tardé varios días en asimilar las cosas, para darme cuenta que, aparentemente, he cambiado mucho en muy poco tiempo, lo que sumado al cambio de otras personas llevó al distanciamiento. Creo que no he cambiado para mal, pero fue triste ver que esas personas que yo quiero (creo) que estén en mi vida no se hagan presente, y sólo hablan conmigo cuando necesitan algo.
Ahora pienso que esto no debería afectarme mayormente. Las personas son transitorias en la vida. Pasan. Y todas dejan su marca, su huella, su impronta personal en cada uno, para luego seguir camino. Conocer a muchos es perder a muchos. Por eso debemos luchar por mantener el amor como una constante en nuestra existencia, no las personas, porque los seres humanos estamos hechos para volar acompañados, pero no siempre con los mismos compañeros.
jueves, 22 de marzo de 2012
Amanecer
Hacía tiempo que no escribo en esto, y como las cosas han marchado bien, no tengo mucho que decir. Así que para no dejar abandonado esto, publicaré un vídeo de una canción que no escuchaba hace tiempo.
martes, 14 de febrero de 2012
Otro día.
Sin otro particular, el día de hoy se puede decir que es un día más. Es el día de San Valentín, día en el que el comercio, la tele, la radio, etc., nos recuerda que tenemos que ser buenas personas y comprar cosas a aquellas personas que nos son apreciadas, y mientras más caro el regalo, mejor. Nunca me gustó este juego, y trato de en estas fechas escribir a aquellas personas "importantes" lo que siento, aunque se los diga cada vez que las veo.
Nótese que importante vive entre comillas, porque ahora pienso quienes realmente son importantes. Como escribí antes, muchas personas se han apartado de mi vida sin razón aparente, porque simplemente no me buscan como yo solía hacerlo. No lo hice de mala voluntad, sólo quería saber cuántas personas me necesitaban como yo creí que las necesitaba. Y eran muchos menos de lo que yo pensaba, y, lo más extraño, eran las que yo no menos esperaba.
Entonces, este año no haré nada de eso. Simplemente seguiré este día como otro cualquiera. No le dedicaré tiempo a escribir a nadie que no lo merezca, y quienes lo merecen les importa un soberano rábano si lo hago o no, porque les digo lo especiales que me son sin importar el día. Nada más que un día. Otro día. Otro día.
Nótese que importante vive entre comillas, porque ahora pienso quienes realmente son importantes. Como escribí antes, muchas personas se han apartado de mi vida sin razón aparente, porque simplemente no me buscan como yo solía hacerlo. No lo hice de mala voluntad, sólo quería saber cuántas personas me necesitaban como yo creí que las necesitaba. Y eran muchos menos de lo que yo pensaba, y, lo más extraño, eran las que yo no menos esperaba.
Entonces, este año no haré nada de eso. Simplemente seguiré este día como otro cualquiera. No le dedicaré tiempo a escribir a nadie que no lo merezca, y quienes lo merecen les importa un soberano rábano si lo hago o no, porque les digo lo especiales que me son sin importar el día. Nada más que un día. Otro día. Otro día.
lunes, 30 de enero de 2012
martes, 24 de enero de 2012
Ser yo
Hacía tiempo que no sentía el suave tacto del teclado golpeando mis dedos, de las emociones flotando, de la algarabía de la red global en su construcción. Y es que ya estoy cansado, harto, de todo el mundo, de la sociedad, de aquello que sobra, de aquello que molesta. Necesito un buen café en una esquina anodina, una conversación con el desconocido de siempre, a lo mejor un cigarro entre los dedos, y muchas dudas entre las cejas.
En realidad no sé qué quiero. Preferiría huir a esos lugares de los que siento nostalgia, a veces sin haberlos conocido. Rebobinar una cinta añeja y oír armonías sucias en algún bar perdido. Fumar penas y beber alegrías. No sentir el tiempo, y simplemente ser. Ser yo, sin más.
En realidad no sé qué quiero. Preferiría huir a esos lugares de los que siento nostalgia, a veces sin haberlos conocido. Rebobinar una cinta añeja y oír armonías sucias en algún bar perdido. Fumar penas y beber alegrías. No sentir el tiempo, y simplemente ser. Ser yo, sin más.
lunes, 2 de enero de 2012
Estas fechas me son más significativas que muchas otras. Me gusta ver el año nuevo como un renacer de la cotidaneidad. Pero esto sólo porque es un renacer administrativo, de calendario. En la más simple y vanal de las implicancias, y sin más sentido que la vida humana. Pero siempre será profundo el sentido de renovación, pero en la vida "ejecutiva": el volver a empezar cosas, el crear proyectos y retomar los que se han dejado de lado; para estas cosas es buena fecha el Año Nuevo.
Un abrazo enorme al estúpido lector de esta mierda de blog, por haber dedicado algún minuto a la pequeña lectura
Un abrazo enorme al estúpido lector de esta mierda de blog, por haber dedicado algún minuto a la pequeña lectura
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